Los desvelos nocturnos en bebés y niños pequeños son una de las preocupaciones más comunes entre los padres. Y es que, cuando los despertares son frecuentes o duran demasiado tiempo, puede convertirse en una fuente de estrés para toda la familia. En este artículo quiero compartir algunos consejos prácticos para manejar estos desvelos y ayudarte a mejorar vuestra calidad de sueño.
¿Por qué se producen los desvelos nocturnos?
Existen diversas razones por las cuales los bebés y niños pequeños pueden despertarse durante la noche. Algunas de las causas más comunes son:
- Ansiedad por separación: A medida que los niños se vuelven más conscientes de su entorno, pueden sentir ansiedad cuando no están cerca de sus principales figuras de apego, generalmente mamá o papá. Esto es especialmente común entre los 6 meses y los 2 años.
- Malas asociaciones de sueño: Si tu hijo se duerme siempre en brazos, con el pecho o el biberón, puede despertarse entre ciclos de sueño buscando la misma ayuda para volver a dormirse, ya que no es capaz de conciliar el sueño por si mismo.
- Regresiones de sueño: Estas regresiones de sueño se pueden dar cuando ocurre la adquisición de una nueva habilidad (gatear, caminar o hablar), ya que su cerebro está muy activo, provocando despertares nocturnos. Además también se pueden dar cuando hay un cambio importante en su rutina (llegada de un hermano, inicio de la escuela infantil, etc.), por el que puedan estar más nerviosos.
- Horarios de sueño diurno inapropiados: Esto puede ocurrir cuando el peque duerme muy poco y va demasiado cansado a la noche, pero también cuando las siestas son excesivas y la presión de sueño no es suficiente. Por eso es muy importante que el descanso diurno de nuestro peque sea adecuado.
Consejos para manejar los desvelos nocturnos
Algunas estrategias para reducir la frecuencia y duración de los desvelos nocturnos:
1. Establece una rutina consistente a la hora de dormir
Una rutina relajante y predecible es clave para preparar a tu bebé para la hora de dormir. Puedes incluir actividades tranquilizadoras como un baño tibio, leer un cuento o cantar una canción. Al mantener una rutina consistente, tu hijo sabrá que se acerca el momento de dormir, lo que les ayuda a relajarse.
2. Fomenta la independencia para dormirse
Ayudar a tu hijo a dormirse de manera independiente es uno de los pasos más importantes para reducir los desvelos nocturnos. Si tu hijo es capaz de dormirse solo, será más fácil que vuelva a dormir por sí mismo cuando se despierte durante la noche.
3. Crea un ambiente propicio para el sueño
Asegúrate de que el entorno de sueño de tu hijo sea cómodo, oscuro y tranquilo. Puedes usar una máquina de ruido blanco para enmascarar los sonidos del exterior, ajustar la temperatura del cuarto para que sea agradable y mantener la oscuridad en el dormitorio. Un ambiente adecuado para el sueño puede ayudar a minimizar los despertares nocturnos.
4. Sé paciente durante las regresiones
Las regresiones de sueño pueden ser frustrantes, pero son temporales. Durante estos periodos, es importante mantener la calma y seguir con la rutina habitual. Evita introducir nuevos hábitos de sueño (como mecerlo o alimentarlo hasta que se duerma), ya que esto podría prolongar la regresión.
5. Revisa las necesidades básicas
A veces, los desvelos nocturnos son causados por necesidades básicas, como hambre, incomodidad o pañales sucios. Asegúrate de que tu bebé esté alimentado, cómodo y con el pañal limpio antes de dormir.
6. Revisa su horario
Tal y como decíamos antes, el horario de descanso diurno del peque es un factor clave en los desvelos nocturnos. Por lo tanto, revisa su horario y ajusta según sus necesidades. Si necesitas ayuda, escríbeme y lo analizaremos juntos. Mi objetivo será trabajar de vuestra mano para identificar las causas subyacentes de los despertares nocturnos de tu hijo y crear un plan personalizado para mejorar su sueño.
Un abrazo, #COMOUNLIRON
Lucía